Según los primeros datos brindados por las mismas cadenas de supermercados el mes pasado no dejó recuperación alguna respecto de septiembre y en la medición interanual podría haberse concretado un desplome récord, esto indica que hay menos presupuesto hasta para comer.

las ventas de los supermercados, incluso después de un septiembre que marcó un derrumbe del 21,2% interanual en las grandes cadenas y del 22,3% para el consumo masivo en su conjunto, según el relevamiento de Scentia.

Fuentes del sector le dijeron a este medio que todavía están procesando los datos del mes pasado. Pero adelantaron que la comparación de octubre contra septiembre va a dar “plana” y que la medición interanual “va a ser la peor del año”. Esto quiere decir que, de confirmarse esa perspectiva, habría una caída récord, “un par de puntos” más abrupta que la del noveno mes.

“La gente solo viene los días de descuento con su banco o con la billetera virtual que usa” es un textual de el encargado de un súper pero lo puede ver cualquiera que esté metido entre las góndolas. De hecho, cada vez son más grandes los carteles en las vitrinas de las sucursales que muestran el desagregado día por día del medio de pago o entidad con la que hay reintegro. Eso se combina con las ofertas propias de los supermercados en un intento por dinamizar las raquíticas ventas.

En el sector aseguran que uno de los elementos que les permite compensar parcialmente la menor facturación es el crecimiento de la participación de las marcas propias en el total vendido. El desplazamiento de las familias desde las primeras marcas a causa del deterioro de los ingresos disponibles fue una constante a lo largo del año, aunque en el gobierno dicen que las jubilaciones «vuelan» y que los salarios no paran de ganarle a la inflación, en un país donde comer está cada día más caro con salarios por el piso.

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