Un desperfecto técnico en la planta depuradora que se solucionó con “mínima demora” fue la explicación que brindó la CEB ante difusión de un video registrado con drone que muestra el vertido de un sospechoso líquido de color blanquecino que contrasta con el azul del lago Nahuel Huapi.

Las imágenes que causaron fuerte preocupación permiten observar desde el aire los reactores del enorme complejo que opera la CEB en la zona este de Bariloche y lindante con el lago, de donde sale el “caño emisario” que deriva el efluente cloacal luego del proceso de tratamiento.

Fernández dijo que lo que se volcó al lago no es efluente cloacal crudo sino “agua tratada”, pero con un grado menor de depuración que el obtenido cuando la planta trabaja con normalidad.

Explicó que lo ocurrido es una “contingencia” previsible, cuando las “condiciones hidráulicas” del sistema trabajan muy exigidas. En esos casos es relativamente común que una bomba se “trabe, o puede ser que se queme, por alguna mugre” y que necesite reemplazo.

El operativo siguiente es retirarla con una grúa e instalar otra. Durante ese lapso el líquido fluye al cuerpo receptor sin el tratamiento completo. “El impacto no fue más que eso” dijo Fernández, quien se lamentó que un incidente así “que no es el primero” genere interés y no “todo lo bueno que se hace permanentemente en materia de cuidado del ambiente”.

Dijo que el DPA, como organismo fiscalizador, podría sancionar a la CEB en caso de no responder al problema con un plan de “contingencia” eficiente. Pero descartó que haya ocurrido en este último caso. Insistió en que la planta trabaja “con equipos electromecánicos, y estas cosas pueden ocurrir”.

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