El banco español BBVA está muy cerca de poner en venta su negocio en la Argentina y se suma así a una ola de empresas y bancos internacionales que decidieron dejar el país.

La familia Eskenazi, dueña de varios bancos provinciales privatizados, es una de las interesadas en quedarse con la operación local del BBVA. Si se concreta la retirada del grupo español, se sumaría a la venta de la operación local del HSBC que fue adquirido por el Galicia de la familia Braun Menéndez y la del brasileño Itaú que se lo quedó el Macro de las familias Brito y Carballo.

También hay «movidas» en el Grupo Petersen, que ya es dueño de los bancos de Santa Cruz, San Juan, Entre Ríos y de Santa Fe, es quedarse con el Banco Patagonia, cuyo accionista mayoritario es el estatal Banco do Brasil que viene intentando vender la participación controladora que posee en la entidad argentina.

«Banco Patagonia no está generando sinergias para nosotros, por lo que lo consideramos como un activo comercial no esencial», dijo el presidente ejecutivo del banco brasileño, Ruben Novaes, ante la pregunta de BNamericas durante una conferencia el pasado 6 de junio.

Lo curioso es que los bancos este año acumularon ganancias por $ 5 billones y registraron el mejor semestre desde 2010. El sector se vio favorecido por la devaluación de diciembre, el incremento de los intereses de los bonos ajustados por inflación así como los créditos UVA, el fin del piso mínimo a la tasa de los plazos fijos y la mejora de los intereses a partir del traspaso de los pases del Central a títulos del Tesoro.

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