En la previa a un paro de transporte para rechazar la privatización de Aerolíneas Argentinas, el oficialismo retomará la agenda para avanzar en el Congreso con la ley para que la aerolínea de bandera vuelva a ser privada, como lo fue en sus peores años. El proyecto volverá a reactivarse en comisiones de Diputados, mientras el discurso privatizador sigue a la orden del día y el Gobierno sostiene medidas disciplinadoras como la expulsión de Pablo Biró del directorio. Detrás, también está uno de sus aliados: Mauricio Macri ve que la privatización viene demasiado lenta y reclama a través de sus alfiles que le pongan velocidad a la venta de la aerolínea.
La iniciativa del oficialismo para privatizar Aerolíneas, más allá de que siempre fue su intención de fondo, estuvo atada al conflicto aeronáutico. Cuando hubo paros u otras medidas de fuerza, el Gobierno amenazó con acelerar la privatización. Si el conflicto entra en un impasse, también ocurrió lo mismo con los ánimos privatizadores. De hecho, desde el plenario de comisiones de Presupuesto y Hacienda del 25 de septiembre que el tema no se mueve en Diputados, otro negocio que Macri conoce muy bien.
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