[Roma, 29 de marzo] — El gobierno de Giorgia Meloni aprobó un drástico cambio en las leyes de ciudadanía: desde este viernes, solo podrán obtener el pasaporte italiano descendientes directos (hijos o nietos) de italianos, eliminando el derecho para bisnietos y tataranietos que beneficiaba a millones en Argentina y otros países.

Qué cambia (y a quiénes afecta)

Fin del «ius sanguinis» extendido: Ya no bastará con un tatarabuelo italiano (vigente desde 1992).
Solo válido para:

  • Hijos de italianos
  • Nietos de italianos (con trámite centralizado en Roma, no en consulados).
    Transición: Las nuevas reglas se implementarán en dos fases, con un año de adaptación.

El impacto en números

Argentina: Pasó de 20.000 ciudadanías aprobadas en 2023 a 30.000 en 2024.
Brasil: De 14.000 (2022) a 20.000 (2023).
Potenciales afectados: 60-80 millones de personas en el mundo (según el gobierno italiano).

¿Por qué el cambio?

El Ejecutivo alegó:
Abusos: «Ciudadanías express» para famosos (como Lionel Messi) y negocios fraudulentos (agencias que cobraban €3,000 por trámites).
Saturación: Los consulados dedicaban el 70% de su tiempo a estos trámites.
Falta de vínculo real: Muchos beneficiarios no hablan italiano ni conocen la cultura.

Reacciones y contradicciones

Oficialismo: «Priorizamos a quienes mantienen lazos con Italia».
Oposición: Criticó que se aprobara sin debate parlamentario y señaló incoherencias:

  • Caso Milei: El presidente argentino obtuvo la ciudadanía en 2024 por antepasados, pese a no tener conexión con Italia.
  • Paradoja: Niños nacidos en Italia de padres extranjeros siguen sin derechos, mientras se restringen los de descendientes lejanos.

Qué hacer si ya iniciaste el trámite

  • Regla de transición: Quienes presentaron documentos antes del 28/3 mantienen su derecho.
  • Nuevos solicitantes: Deberán probar parentesco hasta abuelos (con partidas originales apostilladas).

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