Con el avance del fuego, productores, bomberos y voluntarios se sumaron al combate que está afectando terrenos de pastura y cultivos.

La falta de lluvias, una enorme cantidad de pastura secay y una ola de calor prolongada, dificultan la lucha contra el fuego en la zona. Durante la temporada 2022, Corrientes tuvo condiciones climáticas parecidas y perdió un millón de hectáreas de campos y humedales.

Además, luego del fuego, la calidad del suelo se deteriora y es difícil recuperarla en el corto plazo. A la larga, estos incendios podrían causar crisis económicas provinciales.

Lo que arde

Los focos activos están en Estación Solari –localidad donde sucedió la muerte de la directora– y en el departamento de Mercedes en la ruta 123, camino a Paso de los Libres. En uno de los accesos a este pueblo se cortó la Ruta Nacional 14.

El incendio también avanza en una plantación de pinos en Loma Alta, en el departamento de General San Martín. Por las características de este árbol, el fuego toma velocidad y, en conjunto con un fuerte viento norte, el incendio duplicó su dimensión. Este domingo el fuego había alcanzado 100 mil hectáreas.

En Perugorría, departamento de Curuzú Cuatiá donde hubo evacuados, hubo una rápida respuesta de las autoridades y por eso se los logró controlar, según confirmó el coordinador del Comando Operativo de Emergencias de Corrientes, Bruno Lovinson.

Siembra de sospechas y reclamos

El 95 por ciento de los incendios son por acción humana, ya sea intencional, negligencia o descuido. Si bien es una práctica usual en la quema de pastizales para la actividad ganadera, algunos productores rurales siembran la sospecha de la intencionalidad del fuego. Otros hablan de la necesidad de prevención en una situación generalizada de cambio climático y sequía.

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