Después de la masiva movilización en todo el país Milei insiste en que fue «editado», pese a que sus dichos en Davos están disponibles en la propia página oficial de la Casa Rosada.
Después de la contundente marcha antifascista del sábado, que desbordó las calles porteñas y las de otras ciudades a lo largo y ancho del país, el Gobierno tuvo que dar marcha atrás y el propio presidente Javier Milei volvió a insistir con lo imposible: repitió la versión oficialista de que, en realidad, él no dijo lo que dijo durante su exposición en Davos y también que los que asistieron «fueron usados» por la oposición. De acuerdo al discurso completo (que fue de carácter público y está colgado en la web) y según el propio desgrabado que difundió la Rosada, se puede comprobar que Milei atacó en su alocución a las personas trans, acusó a las parejas gay de ser pedófilas, a las mujeres de tener privilegios sobre los hombres y, por si le faltaba algo, también discriminó a los migrantes y a quienes están en contra del cambio climático. Ante el golpe, este domingo el mandatario tuvo que retroceder y aseguró en sus redes sociales que el video con sus declaraciones en Davos «fue editado», y que «la versión completa del mensaje no brinda lugar a dudas». Desde su entorno, mientras tanto, agregan que se trató de «una marcha woke por un motivo inventado para justificar la marcha».
Por otra parte, en una respuesta que escribió la red social X, Milei intentó desestimar el auténtico reclamo de miles y miles de personas que se manifestaron en las calles y dijo que los asistentes a la marcha «fueron usados por las basuras del partido del Estado». En esa línea, el Presidente decidió obviar que la marcha se autoconvocó de manera espontánea luego de los agravios que él mismo propinó y se organizó en una asamblea abierta que se llevó a cabo en Parque Lezama. Los partidos políticos y los sindicatos se sumaron de manera posterior.
La expresidenta y líder de la oposición, Cristina Fernández de Kirchner, en tanto, opinó que tanto la marcha del sábado, como la marcha por la educación pública que se hizo en abril, marcaron dos límites claros al gobierno de Milei: «El derecho a la prosperidad y a la felicidad son los límites que Milei no solo no podrá violar, sino a los que, además, deberá dar respuesta más temprano que tarde», reflexionó.
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