Bastó la promesa de la Casa Rosada de que, tal vez, si no había cambios, incluirían el Presupuesto 2025 en el temario de extraordinarias para que los gobernadores bloquearan, una vez más, la sesión para rechazar el DNU de canje de deuda. Casi en espejo de la sesión de hace dos semanas, el peronismo, Encuentro Federal y el radicalismo de Democracia Para Siempre no pudieron reunir los 129 presentes para rechazar el DNU con el que Luis Caputo puede refinanciar deuda pública sin pasar por el Congreso.
El Congreso se convirtió en una exhibición de impotencias. Entre la polarización y la paridad, hay una situación de bloqueo que quedó de manifiesta en las últimas convocadas desde el oficialismo y la oposición. En el caso del oficialismo, se da porque -junto a sus aliados- cuentan con el escaso número de legisladores. En el de la oposición, porque a los gobernadores los atraen los cantos de sirena de la Casa Rosada y juegan de contrapeso.
Los bloques opositores fracasaron por segunda vez en su intento de sesionar en Diputados para derogar el decreto 846, por lo que el ministro de Economía, Luis Caputo, tendrá las manos libres para canjear la deuda que vence el año que viene: entre enero y julio vencen 7.300 millones de dólares de deuda con bonistas, entre capital e intereses. De nuevo con muchas ausencias en virtud de las instrucciones que bajaron los gobernadores, las bancadas de Unión por la Patria, Encuentro Federal y Democracia para Siempre quedaron a nueve diputados del quórum. De inmediato, los mandatarios provinciales del PRO y la UCR sacaron un comunicado reclamando al Gobierno la discusión del Presupuesto 2025 advirtiendo que este año las provincias sufrieron el peor año en términos de recaudación y caída de recursos. Aunque las voces dialoguistas de la Rosada aseguraban que el presupuesto podia entrar en extraordinarias, el presidente Javier Milei avisó que en 2025 seguirá a full con la motosierra.
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