Ya aumentó un 20% en los primeros días de Febrero, los frigoríficos aseguran que es por causas estacionales y climáticas. Sucede cuando el consumo está por el piso y es el más bajo de los últimos 22 años.
El dato de la suba del 20% proviene de la Cámara de Matarifes y Abastecedores (Camya) y supera ampliamente las mediciones que hicieron algunas consultoras privadas que siguen la evolución periódica de los alimentos.
Por caso, la consultora LCG registró en la primera semana de este mes una suba de la carne del 3,9%, bastante inferior al dato que reconocen las empresas, si bien es cierto que disparó el Índice de Alimentos y Bebidas que elabora.
En las últimas cuatro semanas, incluyendo la primera de febrero y las tres últimas de enero, LCG midió un aumento de la carne del 2,7% que explicó el 40% de la suba de precios del conjunto de los alimentos y bebidas del período.
Por su parte, la asociación Consumidores Libres registró en enero una suba promedio del 3,13% en los cortes que releva para su Canasta Básica de Alimentos. Entre esos cortes, el que más aumentó fue la bola de lomo, con un 4,39% que implica que el kilo del producto subió $ 500 pesos en un mes.
El asado fue el segundo corte que más se encareció, con una suba mensual del 3,1%: hasta el 31 de enero Consumidores Libres registró un precio de $ 10.300 por kilo, pero en la primera semana del mes ya se vendía a $ 12 mil en los comercios barriales.
El informe remarca la diferencia en relación con los precios de los productos de almacén y con los de verdulería. Los primeros promediaron un aumento mensual de 1,76%, mayormente traccionado por los precios de los huevos, panificados y lácteos. Los precios de las frutas y verduras cayeron casi un punto respecto a diciembre.
Más relato
En medio de la escalada, el gobierno busca instalar su versión de que la capacidad del salario mejoró sobre el cierre del año y en el arranque de 2025. Si hubo una mejora salarial no impactó en la demanda de carne, de acuerdo a la información que maneja el sector privado.
El consumo estuvo alicaído todo 2024, bajo el congelamiento de la economía recesiva, y para completar el cuadro el último mes del año, tradicionalmente inflacionario por las fiestas, la carne subió casi 9%. Dentro del promedio general, el precio del asado, un clásico siempre pero también en la mesa de fin de año, escaló más del 12%.
Según la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la Argentina (Ciccra), ese mes el consumo aparente de carne vacuna cayó un 8% y fue el indicador más bajo de los últimos 22 años.
En enero, los aumentos fueron fuertes pero menores al registro anterior. El salto se volvió en febrero y, a contramano de la cautela de algunos, en el mercado hay otros jugadores que piensan que es probable que los aumentos sigan más allá de la demanda, por razones climáticas y estacionales.
Entre los factores que citaron para explicar la rotunda suba del arranque del mes, estos empresarios señalaron las lluvias de fines de enero que impactaron en una caída importante de la llegada de animales al mercado. Las lluvias continuaron esta última semana lo que, siguiendo la lógica del planteo, podría anticipar nuevas remarcaciones. Eso, junto con el cambio de quincena y los movimientos turísticos entre los destinos recreativos y las ciudades, que van a seguir en los próximos días, habrían derivado en las subas que amargaron el inicio del segundo mes del año a más de uno y que podrían continuar en el futuro inmediato. «
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